Acabamos de llegar de nuestra 'ultima actuaci'on, en Bayam'on. Las reacciones habituales: el entusiasmo, los carinhos, las felicitaciones. Compartimos escenario con el compositor William Ortiz y sus tres hijas maravillosas, quienes cantaron el "Poema del hijo no nacido". Qu'e delicia!! Antes yo hab'ia hecho un programa de alcance nacional en Radio Universidad con Jorge Medina, otro tipo bien peculiar, con un gran sentido del humor y gran sabidur'ia de la m'usica latinoamericana. Me sent'i a gust'isimo en la hora que dur'o el programa, y sal'i contento de haber dicho lo que quer'ia, sin prisas, y de que nuestros temas hubi'esen sonado por todo Puerto Rico.
Ahora empieza la descomprensi'on, el irnos poco a poco acomodando a la "realidad", asimilando todo, tantas cosas, superando esta curiosa mezcla de agotamiento y satisfacci'on. A ver c'omo se nos da.
El martes, d'ia del nonag'esimo quinto "cumpleanhos" de Julia, lo pasamos en Carolina. Qu'e intensidad!! El concierto fue excelente, de los mejores, pues era en la Escuela de Bellas Artes, donde hay estudios de m'usica y t'ecnicas esc'enicas, y el sonido era absolutamente perfecto. C'omo la gozamos! El recinto lleno, con gran cantidad de ninhos de colegios de Carolina, que se portaron de maravilla. Sab'eis lo que es el recitado del "Poema para mi muerte", lento, silencioso, y que no se oyera ni una mosca entre los chavales?? Qu'e bueno!! Al final del concierto empezaron las emociones fuertes. El representante del alcalde ley'o una Proclama, una declaraci'on p'ublica, sellada y firmada, de nuestros m'eritos en pro de la cultura popular, algo as'i como hacernos hijos predilectos de Carolina. Fue una gran honra para La Discreta. Y otra gran honra fue ver a un mont'on de colegialas, con la pavera bien alta, cantando a grito pelao nuestro R'io Grande por los pasillos de la escuela, y queri'endose hacer fotos con las chicas. Qu'e risas!!
Luego almorzamos con mucha gente. Hubo discursos, loas y contraloas, y de all'i partimos al Mausoleo de Julia, donde se dio el gran acto de entrega floral ante su tumba. Se leyeron poemas (yo le'i una parte del Mir); se dijeron emotivas palabras; Pedro cant'o la canci'on de Ruth; Alfaya la "R'eplica" de Julia a Vidal Coll; y finalmente se deposit'o la ofrenda con las chicas y Alfaya a la guitarra interpretando el "Oh, lentitud del mar". Me gust'o mucho que fuese justamente ese poema, en el que Julia llega a lo m'as alto, a cuestionarse, no s'olo como en otros poemas su papel de mujer o de trabajadora, sino su papel de poeta, d'andose cuenta de que es un papel social tambi'en impuesto: "no conciben mi pulso sin poemas; en mi andar buscan tr'emulos los astros, como si yo no fuese por la tierra" As'i La Discreta puso su nota reflexiva, si no cr'itica, en un acto que rezumaba ideolog'ia po'etica. Eso s'i, los ojos de Pedro arrasados en l'agrimas, y la c'alida voz un poco atragantada de las chicas corroboraron la com'un emoci'on del momento.
Continuamos con una deliciosa clase magistral ante alumnos de la Escuela. Pedro estuvo en su salsa, bien did'actico y enjundioso, y el grupo les mostr'o algunos de los temas mientras les explicaban c'omo se fraguaron. Al final de la clase, hubo una muy entranhable sesi'on de preguntas, que se convirti'o en charla amigable, con alumnos y profesores.
Despu'es, sin pausa (eran ya las seis de la tarde), Virginia nos honr'o en su casa con deliciosa cena, y all'i, entre salpicantes conversaciones entranhables, volvimos a o'ir a Silvia Rexach, de la que Viri, la hija de Virginia, es gran especialista y acaba de sacar un libro. Y qu'e persona maravillosa Virginia para nosotros, de verdad, madre y amiga a la vez, honda y chispeante!
Y corriendo que nos fuimos a una sesi'on improvisada en el Taller C'e, lugar emblem'atico de la Cooperativa o Asociaci'on de Cantautores Puertorriquenhos, organizada por Zoraida y Quique, donde Alfaya mostr'o a los asombrados boricuas el humor de los madriles, y all'i que son'o la "Caperucita" y las canciones de Catal'an, y el verbo 'acido del maestro Alfaya. Y luego Pedro y Ainhoa cantaron por Chicho, y les explicamos a los cantautores borinquenhos qui'en fue el genial Ferlosio. Y terminaron todos, c'omo no, cantando por Julia, y Zoraida nos regal'o su maravilloso temazo "Consuelo", dedicado a Consuelo Lee Tapia, su maestra, la mujer de Juan Antonio Corretjer (por cierto, su hija Consuelo nos ha acompanhado en varios conciertos, hoy mismo en Bayam'on, otra mujer honda de ra'ices y bien tierna). Noche intensa, aunque este r'apido resumen no pueda dar cuenta de todos los encuentros, emociones, disquisiciones, proyectos, informaciones compartidas, besos y abrazos. Zoraida y Quique nos regresaron al hotel, mientras la noche se hac'ia inmensa de estrellas acordadas. El cumpleanhos de Julia hab'ia sido sencillamente perfecto.
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