domingo, 8 de febrero de 2009
La Troupe de Trapo
Años llevaba La Discreta dedicada a la Literatura pero con ese gusanillo de la Música metido en su cuerpo místico. Pedro Mariné fue quien tuvo la pesada carga de arrancar a la asamblea general discreta el placet para dedicarse a editar discos. No ha estado mal la iniciativa porque, además de darse el gusto personal de un par de trabajos para "perder el tiempo" "arando el aire", donde demuestra sus gustos y dotes para el piano, lleva varios otros cd´s sobre sus espaldas que recogen lo que la "sección musical" de La Discreta ha ido realizando por esos escenario de fortuna (de buena fortuna) en los que lo único que ha faltado por ahora es que alguien se arranque a bailar por bulerías. Hemos tenido "Son del ingenio" y una "Brava Labor" que agotó espiritualmente al maestro, recuperado a tiempo para este "A Julia sin lágrimas" que es digno colofón momentáneo de todo lo anterior y donde lo que antes se conocía como "sección musical" o, más modestamente aún, "sección audio", ha terminado por encontrar nombre propio que propone un juego de palabras muy acorde con la alegría casi infantil de sus componentes, capaces de embarcarse en cualquier aventura con el pabellón emotivo en todo lo alto y una capacidad de resistencia de materiales que los hace inasequibles al desaliento.
Dará que hablar esta "gira" a Puerto Rico y esperemos que este blog sea como el cuaderno de bitácora que deje constancia de la singladura.
Concha González, informadora de La República Cultural.
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El nombre "la troupe de trapo" es un homenaje al gran escritor Hernán Rossi, que publicó en La Discreta "El pastor y la tropa de trapo", en la que una panda de divertidos y entrañables piraos tenía diversas aventuras en Buenos Aires. Nosotros compartimos bastantes cosas de esa banda, y somos de trapo, desestructurados pero flexibles y resistentes.
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