Ayer tuvimos doblete, a mediodia en la Universidad del Este, y por la tarde en el viejo San Juan. En los dos bolos, inicio de nuestro periplo, fuimos precedidos de figuras como Zoraida Santiago, en el matutino, y Brunilda Garcia, en el vespertino. Senyores, que papelon. Tuvimos que sacar fuerzas de flaqueza para salir al escenario, y yo en especial apele al inmenso morro que formo en mi juventud el Maestro Reverendo -sacandonos a tocar a su hermano y a mi en cuanto nos veia aparecer por la sala, ante las inutiles y siempre geniales protestas del Gran Wyoming- para poder mover los dedos sin tembleques ante la atenta mirada de los geniales pianistas de las dos estrellas, los peaso musicos Tato y Leni, respectivamente. Claro, como me prestaron gentilmente sus teclados, no podian recoger e irse, ja, ja... Lo mejor es que salimos del paso con aplomo y soltura, gracias a la inmensa benevolencia de estas gentes. Ademas hubo dos datos terriblemente novedosos, como son el publico joven y numeroso de la universidad, y el generoso y entregado de la tarde: no paraban de COMPRAR libros y discos, y de pedir dedicatorias!! No es masaje al ego, que tambien, sino ver cumplido el proposito de tanto esfuerzo, que llegue a gente que lo aprecia y valora como para adquirirlo. Que fiesta.
Bueno, hoy no llueve, me voy a la playa...
jueves, 12 de febrero de 2009
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