Adi'os a Puerto Rico, en pocas horas. Los 'ultimos momentos en la playa, tratando de que la mente vuelva a la "realidad". Nos espera tremenda resaca an'imica, y un lento trabajo interior de rememascar todo lo vivido, todo lo aprendido, de digerirlo y asimilarlo. Yo ahora necesitar'ia tres o cuatro d'ias tranquilos para poder pensar, pero me temo que la vor'agine madrilenha y el mucho trabajo atrasado no me van a dejar ni un momento de reflexi'on.
Las aguas de la laguna de Fajardo son la mejor met'afora de lo que ha sido Puerto Rico para nosotros: unas aguas calmas, en las que no se distingue nada desde fuera, pero que cuando te metes en ellas, o las agitas con la mano o el remo, se llenan de millones de iridiscencias, de mil matices de luz, de un movimiento corpuscular agitado y brillante. As'i han sido los companheros puertorriquenhos para nosotros: todo parec'ia tranquilo, pero en cuanto nos hemos sumergido y les hemos agitado y removido, se han convertido en luces riqu'isimas de afecto, de generosidad, de pasi'on por la poes'ia y de sabidur'ia.
No me extiendo. La fiesta de ayer en casa de Ivette fue un colof'on inmejorable, otro de esos momentos estelares de los que ha estado llena esta aventura. Como digo, ahora s'olo queda digerir y volver del suenho. Dejamos aqu'i decenas de amigos, y varios proyectos en marcha para traer nuestros discos y libros y, sobre todo, para volver pronto a cantar a Julia por los jardines.
Adi'os, Puerto Rico, para siempre en lo m'as c'alido de mi memoria...
sábado, 21 de febrero de 2009
viernes, 20 de febrero de 2009
COMENTARIO A POST ANTERIOR
Por alguna raz'on no me permite anhadir comentarios, as'i que lo introduzco como entrada nueva. Lo siento.
Gracias, Pedro, por ahorrarme la cr'onica. Qu'e habr'a sido de Concha Gonz'alez? Se la echa de menos en esta bit'acora.S'olo anhadir'e la lectura magistral en el ICP del gran actor David Ortiz Anglero. Qu'e voz! Por ella flu'ia el verso de Julia sin necesidad de 'enfasis alguno, con una limpieza y al tiempo una hondura de siglos.Y me permitir'e tambi'en mencionar mi discursito pidi'endole a las autoridades puertorriquenhas que promuevan una edici'on cr'itica de la obra de Julia como debe ser, que eso de que sus manuscritos anden por ah'i en manos privadas, y que su obra est'e dispersa y descontrolada, es una verguenza cuya resoluci'on deber'ia ser tarea nacional. Fue muy inc'omodo para m'i decir eso all'i, y me puse muy nervioso, pero mi conciencia me exig'ia hacerlo.Por lo dem'as, Pedro ha dado buena cuenta, p'alida como no pod'ia ser menos, pero suficiente para luego recrearnos con los recuerdos. Nos vamos a la cena de despedida. Manhana diremos adi'os a Puerto Rico.
Gracias, Pedro, por ahorrarme la cr'onica. Qu'e habr'a sido de Concha Gonz'alez? Se la echa de menos en esta bit'acora.S'olo anhadir'e la lectura magistral en el ICP del gran actor David Ortiz Anglero. Qu'e voz! Por ella flu'ia el verso de Julia sin necesidad de 'enfasis alguno, con una limpieza y al tiempo una hondura de siglos.Y me permitir'e tambi'en mencionar mi discursito pidi'endole a las autoridades puertorriquenhas que promuevan una edici'on cr'itica de la obra de Julia como debe ser, que eso de que sus manuscritos anden por ah'i en manos privadas, y que su obra est'e dispersa y descontrolada, es una verguenza cuya resoluci'on deber'ia ser tarea nacional. Fue muy inc'omodo para m'i decir eso all'i, y me puse muy nervioso, pero mi conciencia me exig'ia hacerlo.Por lo dem'as, Pedro ha dado buena cuenta, p'alida como no pod'ia ser menos, pero suficiente para luego recrearnos con los recuerdos. Nos vamos a la cena de despedida. Manhana diremos adi'os a Puerto Rico.
Aterrizaje forzoso
Ultima jornada en Puerto Rico. A partir del intenso dia del natalicio de Julia, el Martes 17, con concierto, acto en el mausoleo, clase magistral (en realidad un mini concierto), grabacion -en PR!- del Rio Grande para el disco de Monica, cena en casa de Virginia -que cielo de mujer, y Humberto, y Virianai...- para acabar en el Taller Ce -invitados nada menos que por Zoraida y Tato Santiago, con el ubicuo y afable Quique-, agotados, yo tratando de recordar un repertorio que no fuera el que tenemos ahora permanentemente actualizado, o sea, las cosas de Chicho, Cervantes, el Manyana... Pues eso, que tras esa alta cima en este viaje los dias se han sucedido en desgraciada aceleracion y ya estamos en puertas de hacer maletas.
Dije en mi ultima aportacion a este cuaderno de bitacora que habiamos llegado tan alto, con el inolvidable concierto en Rio Piedras -mil quinientas personas en ovacion y nosoltros catapultados a las esferas siderales- que lo siguiente no podia ser sino caer, y me equivoque. Hemos flotado a igual altura, porque todo lo vivido desde entonces esta en la misma linea de lo extraordinario, inolvidable e inenarrable. De hecho, ya veis que, salvo Juan, de ferrea disciplina, los demas hemos enmudecido, superados por la acumulacion de intensas experiencias.
Intentare ser metodico: tuvimos un dia en San Juan con visita a la Galeria Nacional, con un guia tan extraordinario que directamente era salido de un daguerrotipo del XIX. Lo juro, tengo testigos y aportaremos fotos: bajito, moreno, pulcramente vestido -traje y corbata-, pero sobre todo pelo negrisimo peinado en mitad, con el flequillo ondulado hacia los lados en rima consonante con unos atusados bigotes: anyadesele ojos tb oscurisimos y dentadura de tan blanca casi fosforescente, verbo facil, amable, sabio, y sobre todo terriblemente ironico. Creo que el Conde de Abascal puede y debe sin reparo nombrarlo corresponsal academico para las tierras caribenyas.
Tenemos en PR una guia absolutamente excepcional, Judith Amador, de la que ahora os contare las veladas que nos ha dado, pero aquel dia nos beneficiamos de las explicaciones no solo de Luis, el asombroso guia de la Galeria, sino de Ivan, del Instituto de Cultura Puertorriquenya (ay, senyor, para cuando la enye en los ordenadores de Puerto Rico?!!), y luego tomo el relevo Javier, un senyor de ascendencia andaluza, enjuto, alto, de claros ojos azules, una especie de cruce entre Fernando Fajardo y algun Osborne (en realidad era un trasunto del padre de Fer -nota privada: traidores! Cuanto habriamos disfrutado con vosotros... en fin :-), que nos acompanyo a comer mostrandonos secretos del viejo San Juan, abriendonos su casa (fotos, fotos), propiciando nuestra iniciacion en el templo de la discografia puertorriquenya, una tienda entranyable donde disponian de todo lo editado en esta isla, y a donde en breve llegara nuestro disco (hay que ver, caramba), con una pinya colada que -el mismo dia!- seria tan solo superada por la que nos ofrecio Judith en su velero. Pero vayamos por orden: acudimos al encuentro que nos ofrecia el Instituto de Cultura en la Casa Blanca, una maravillos finquita que iba a ser primera residencia del primer gobernador o alguien por el estilo,pero no pudo ser (son tantas historias que no retengo todo, lo siento). Lo que si retengo es el paseo que me di por el jardin, con recovecos con fuentes como la Alhambra, vegetacion exuberante, coquis... Y por supuesto el carinyo y afecto de gentes como Iris Martinez, enorme actriz, simpatica y venerable anciana (Ainhoa dijo: "es plegable!" -se la queria llevar), Magali Quinyones, gran poeta, Elsa Tio, Dianiluz Cora, Zoraida Santiago tb estuvo ahi... y recitadores, musicos, y hasta un bailarin flamenco que ha tenido el acierto de quedarse a vivir en este paraiso.
Pero es que despues fuimos a cenar a casa de Judith Amador. Su casa es un precioso velero, que lucia en los mastiles lucecitas como de velador. Mi primer barco, aunque lleve el apellido Marine! Fue increible. Ademas de la pinya colada con la que nos recibio, la mejor del mundo, porque, como he dicho antes, habiamos probado a mediodia la segunda mejor, nos regalo una cena en un plato en el que en las cuatro esquinas habia una orgia de delicados y armoniosos sabores. Es la mejor comida que he tomado nunca. De postre, una vuelta por la bahia, de noche, con Monica en el timon... y con canciones de Alfaya, Ainhoa, Monica, yo mismo, y al iniciar la singladura, esta gran cicerone tenia preparado el disco, nuestro disco de Julia, con el que fuimos surcando las estrellas. No hay ancla que resista...
Y que mas? Ah, si, ayer el ultimo concierto (ay ay ay), en Bayamon, publico universitario. Eran tan majos que aunque el sonido era, por decirlo de alguna manera, dificil, aplaudian y jaleaban como si fueran adolescentes ante una popstar. Que momentos, como decia el Wyoming.
Y por la noche, la infatigable Judith, despues de todo el dia en su trabajo (guia de ecoturismo), nos embarco esta vez en su furgoneta, pero como espaldas mojadas, en la parte de carga, porque no habia otro remedio -impagable la imagen de Alfaya, que ya es un senyor, arrostrando imperterrito la incomodidad del pasaje), pero todo con un objetivo que valia ya no la pena, sino la alegria: las bioluminiscencias de Fajardo. Embarcados, esta vez si, en kayaks por parejas -yo fui con Chuchi, que andaba animado como es su costumbre- recorrimos manglares y un bahia en la que las aguas brillan por efecto de microorganismos que se activan luminosamente ante cualquier molestia. El chapoteo de los remos, las ondulaciones producidas por viento, lluvia, o por las manos mismas, produce un chisporroteo de destellos estelares y magicos. Reconfortados con una cena estupenda por ahi mismo, volvimos a casa a dormir, por una vez sin hora de levantarse.
Entendeis ahora que solo podremos aterrizar por la fuerza?
Dije en mi ultima aportacion a este cuaderno de bitacora que habiamos llegado tan alto, con el inolvidable concierto en Rio Piedras -mil quinientas personas en ovacion y nosoltros catapultados a las esferas siderales- que lo siguiente no podia ser sino caer, y me equivoque. Hemos flotado a igual altura, porque todo lo vivido desde entonces esta en la misma linea de lo extraordinario, inolvidable e inenarrable. De hecho, ya veis que, salvo Juan, de ferrea disciplina, los demas hemos enmudecido, superados por la acumulacion de intensas experiencias.
Intentare ser metodico: tuvimos un dia en San Juan con visita a la Galeria Nacional, con un guia tan extraordinario que directamente era salido de un daguerrotipo del XIX. Lo juro, tengo testigos y aportaremos fotos: bajito, moreno, pulcramente vestido -traje y corbata-, pero sobre todo pelo negrisimo peinado en mitad, con el flequillo ondulado hacia los lados en rima consonante con unos atusados bigotes: anyadesele ojos tb oscurisimos y dentadura de tan blanca casi fosforescente, verbo facil, amable, sabio, y sobre todo terriblemente ironico. Creo que el Conde de Abascal puede y debe sin reparo nombrarlo corresponsal academico para las tierras caribenyas.
Tenemos en PR una guia absolutamente excepcional, Judith Amador, de la que ahora os contare las veladas que nos ha dado, pero aquel dia nos beneficiamos de las explicaciones no solo de Luis, el asombroso guia de la Galeria, sino de Ivan, del Instituto de Cultura Puertorriquenya (ay, senyor, para cuando la enye en los ordenadores de Puerto Rico?!!), y luego tomo el relevo Javier, un senyor de ascendencia andaluza, enjuto, alto, de claros ojos azules, una especie de cruce entre Fernando Fajardo y algun Osborne (en realidad era un trasunto del padre de Fer -nota privada: traidores! Cuanto habriamos disfrutado con vosotros... en fin :-), que nos acompanyo a comer mostrandonos secretos del viejo San Juan, abriendonos su casa (fotos, fotos), propiciando nuestra iniciacion en el templo de la discografia puertorriquenya, una tienda entranyable donde disponian de todo lo editado en esta isla, y a donde en breve llegara nuestro disco (hay que ver, caramba), con una pinya colada que -el mismo dia!- seria tan solo superada por la que nos ofrecio Judith en su velero. Pero vayamos por orden: acudimos al encuentro que nos ofrecia el Instituto de Cultura en la Casa Blanca, una maravillos finquita que iba a ser primera residencia del primer gobernador o alguien por el estilo,pero no pudo ser (son tantas historias que no retengo todo, lo siento). Lo que si retengo es el paseo que me di por el jardin, con recovecos con fuentes como la Alhambra, vegetacion exuberante, coquis... Y por supuesto el carinyo y afecto de gentes como Iris Martinez, enorme actriz, simpatica y venerable anciana (Ainhoa dijo: "es plegable!" -se la queria llevar), Magali Quinyones, gran poeta, Elsa Tio, Dianiluz Cora, Zoraida Santiago tb estuvo ahi... y recitadores, musicos, y hasta un bailarin flamenco que ha tenido el acierto de quedarse a vivir en este paraiso.
Pero es que despues fuimos a cenar a casa de Judith Amador. Su casa es un precioso velero, que lucia en los mastiles lucecitas como de velador. Mi primer barco, aunque lleve el apellido Marine! Fue increible. Ademas de la pinya colada con la que nos recibio, la mejor del mundo, porque, como he dicho antes, habiamos probado a mediodia la segunda mejor, nos regalo una cena en un plato en el que en las cuatro esquinas habia una orgia de delicados y armoniosos sabores. Es la mejor comida que he tomado nunca. De postre, una vuelta por la bahia, de noche, con Monica en el timon... y con canciones de Alfaya, Ainhoa, Monica, yo mismo, y al iniciar la singladura, esta gran cicerone tenia preparado el disco, nuestro disco de Julia, con el que fuimos surcando las estrellas. No hay ancla que resista...
Y que mas? Ah, si, ayer el ultimo concierto (ay ay ay), en Bayamon, publico universitario. Eran tan majos que aunque el sonido era, por decirlo de alguna manera, dificil, aplaudian y jaleaban como si fueran adolescentes ante una popstar. Que momentos, como decia el Wyoming.
Y por la noche, la infatigable Judith, despues de todo el dia en su trabajo (guia de ecoturismo), nos embarco esta vez en su furgoneta, pero como espaldas mojadas, en la parte de carga, porque no habia otro remedio -impagable la imagen de Alfaya, que ya es un senyor, arrostrando imperterrito la incomodidad del pasaje), pero todo con un objetivo que valia ya no la pena, sino la alegria: las bioluminiscencias de Fajardo. Embarcados, esta vez si, en kayaks por parejas -yo fui con Chuchi, que andaba animado como es su costumbre- recorrimos manglares y un bahia en la que las aguas brillan por efecto de microorganismos que se activan luminosamente ante cualquier molestia. El chapoteo de los remos, las ondulaciones producidas por viento, lluvia, o por las manos mismas, produce un chisporroteo de destellos estelares y magicos. Reconfortados con una cena estupenda por ahi mismo, volvimos a casa a dormir, por una vez sin hora de levantarse.
Entendeis ahora que solo podremos aterrizar por la fuerza?
jueves, 19 de febrero de 2009
NATALICIO DE JULIA EN CAROLINA
Acabamos de llegar de nuestra 'ultima actuaci'on, en Bayam'on. Las reacciones habituales: el entusiasmo, los carinhos, las felicitaciones. Compartimos escenario con el compositor William Ortiz y sus tres hijas maravillosas, quienes cantaron el "Poema del hijo no nacido". Qu'e delicia!! Antes yo hab'ia hecho un programa de alcance nacional en Radio Universidad con Jorge Medina, otro tipo bien peculiar, con un gran sentido del humor y gran sabidur'ia de la m'usica latinoamericana. Me sent'i a gust'isimo en la hora que dur'o el programa, y sal'i contento de haber dicho lo que quer'ia, sin prisas, y de que nuestros temas hubi'esen sonado por todo Puerto Rico.
Ahora empieza la descomprensi'on, el irnos poco a poco acomodando a la "realidad", asimilando todo, tantas cosas, superando esta curiosa mezcla de agotamiento y satisfacci'on. A ver c'omo se nos da.
El martes, d'ia del nonag'esimo quinto "cumpleanhos" de Julia, lo pasamos en Carolina. Qu'e intensidad!! El concierto fue excelente, de los mejores, pues era en la Escuela de Bellas Artes, donde hay estudios de m'usica y t'ecnicas esc'enicas, y el sonido era absolutamente perfecto. C'omo la gozamos! El recinto lleno, con gran cantidad de ninhos de colegios de Carolina, que se portaron de maravilla. Sab'eis lo que es el recitado del "Poema para mi muerte", lento, silencioso, y que no se oyera ni una mosca entre los chavales?? Qu'e bueno!! Al final del concierto empezaron las emociones fuertes. El representante del alcalde ley'o una Proclama, una declaraci'on p'ublica, sellada y firmada, de nuestros m'eritos en pro de la cultura popular, algo as'i como hacernos hijos predilectos de Carolina. Fue una gran honra para La Discreta. Y otra gran honra fue ver a un mont'on de colegialas, con la pavera bien alta, cantando a grito pelao nuestro R'io Grande por los pasillos de la escuela, y queri'endose hacer fotos con las chicas. Qu'e risas!!
Luego almorzamos con mucha gente. Hubo discursos, loas y contraloas, y de all'i partimos al Mausoleo de Julia, donde se dio el gran acto de entrega floral ante su tumba. Se leyeron poemas (yo le'i una parte del Mir); se dijeron emotivas palabras; Pedro cant'o la canci'on de Ruth; Alfaya la "R'eplica" de Julia a Vidal Coll; y finalmente se deposit'o la ofrenda con las chicas y Alfaya a la guitarra interpretando el "Oh, lentitud del mar". Me gust'o mucho que fuese justamente ese poema, en el que Julia llega a lo m'as alto, a cuestionarse, no s'olo como en otros poemas su papel de mujer o de trabajadora, sino su papel de poeta, d'andose cuenta de que es un papel social tambi'en impuesto: "no conciben mi pulso sin poemas; en mi andar buscan tr'emulos los astros, como si yo no fuese por la tierra" As'i La Discreta puso su nota reflexiva, si no cr'itica, en un acto que rezumaba ideolog'ia po'etica. Eso s'i, los ojos de Pedro arrasados en l'agrimas, y la c'alida voz un poco atragantada de las chicas corroboraron la com'un emoci'on del momento.
Continuamos con una deliciosa clase magistral ante alumnos de la Escuela. Pedro estuvo en su salsa, bien did'actico y enjundioso, y el grupo les mostr'o algunos de los temas mientras les explicaban c'omo se fraguaron. Al final de la clase, hubo una muy entranhable sesi'on de preguntas, que se convirti'o en charla amigable, con alumnos y profesores.
Despu'es, sin pausa (eran ya las seis de la tarde), Virginia nos honr'o en su casa con deliciosa cena, y all'i, entre salpicantes conversaciones entranhables, volvimos a o'ir a Silvia Rexach, de la que Viri, la hija de Virginia, es gran especialista y acaba de sacar un libro. Y qu'e persona maravillosa Virginia para nosotros, de verdad, madre y amiga a la vez, honda y chispeante!
Y corriendo que nos fuimos a una sesi'on improvisada en el Taller C'e, lugar emblem'atico de la Cooperativa o Asociaci'on de Cantautores Puertorriquenhos, organizada por Zoraida y Quique, donde Alfaya mostr'o a los asombrados boricuas el humor de los madriles, y all'i que son'o la "Caperucita" y las canciones de Catal'an, y el verbo 'acido del maestro Alfaya. Y luego Pedro y Ainhoa cantaron por Chicho, y les explicamos a los cantautores borinquenhos qui'en fue el genial Ferlosio. Y terminaron todos, c'omo no, cantando por Julia, y Zoraida nos regal'o su maravilloso temazo "Consuelo", dedicado a Consuelo Lee Tapia, su maestra, la mujer de Juan Antonio Corretjer (por cierto, su hija Consuelo nos ha acompanhado en varios conciertos, hoy mismo en Bayam'on, otra mujer honda de ra'ices y bien tierna). Noche intensa, aunque este r'apido resumen no pueda dar cuenta de todos los encuentros, emociones, disquisiciones, proyectos, informaciones compartidas, besos y abrazos. Zoraida y Quique nos regresaron al hotel, mientras la noche se hac'ia inmensa de estrellas acordadas. El cumpleanhos de Julia hab'ia sido sencillamente perfecto.
Ahora empieza la descomprensi'on, el irnos poco a poco acomodando a la "realidad", asimilando todo, tantas cosas, superando esta curiosa mezcla de agotamiento y satisfacci'on. A ver c'omo se nos da.
El martes, d'ia del nonag'esimo quinto "cumpleanhos" de Julia, lo pasamos en Carolina. Qu'e intensidad!! El concierto fue excelente, de los mejores, pues era en la Escuela de Bellas Artes, donde hay estudios de m'usica y t'ecnicas esc'enicas, y el sonido era absolutamente perfecto. C'omo la gozamos! El recinto lleno, con gran cantidad de ninhos de colegios de Carolina, que se portaron de maravilla. Sab'eis lo que es el recitado del "Poema para mi muerte", lento, silencioso, y que no se oyera ni una mosca entre los chavales?? Qu'e bueno!! Al final del concierto empezaron las emociones fuertes. El representante del alcalde ley'o una Proclama, una declaraci'on p'ublica, sellada y firmada, de nuestros m'eritos en pro de la cultura popular, algo as'i como hacernos hijos predilectos de Carolina. Fue una gran honra para La Discreta. Y otra gran honra fue ver a un mont'on de colegialas, con la pavera bien alta, cantando a grito pelao nuestro R'io Grande por los pasillos de la escuela, y queri'endose hacer fotos con las chicas. Qu'e risas!!
Luego almorzamos con mucha gente. Hubo discursos, loas y contraloas, y de all'i partimos al Mausoleo de Julia, donde se dio el gran acto de entrega floral ante su tumba. Se leyeron poemas (yo le'i una parte del Mir); se dijeron emotivas palabras; Pedro cant'o la canci'on de Ruth; Alfaya la "R'eplica" de Julia a Vidal Coll; y finalmente se deposit'o la ofrenda con las chicas y Alfaya a la guitarra interpretando el "Oh, lentitud del mar". Me gust'o mucho que fuese justamente ese poema, en el que Julia llega a lo m'as alto, a cuestionarse, no s'olo como en otros poemas su papel de mujer o de trabajadora, sino su papel de poeta, d'andose cuenta de que es un papel social tambi'en impuesto: "no conciben mi pulso sin poemas; en mi andar buscan tr'emulos los astros, como si yo no fuese por la tierra" As'i La Discreta puso su nota reflexiva, si no cr'itica, en un acto que rezumaba ideolog'ia po'etica. Eso s'i, los ojos de Pedro arrasados en l'agrimas, y la c'alida voz un poco atragantada de las chicas corroboraron la com'un emoci'on del momento.
Continuamos con una deliciosa clase magistral ante alumnos de la Escuela. Pedro estuvo en su salsa, bien did'actico y enjundioso, y el grupo les mostr'o algunos de los temas mientras les explicaban c'omo se fraguaron. Al final de la clase, hubo una muy entranhable sesi'on de preguntas, que se convirti'o en charla amigable, con alumnos y profesores.
Despu'es, sin pausa (eran ya las seis de la tarde), Virginia nos honr'o en su casa con deliciosa cena, y all'i, entre salpicantes conversaciones entranhables, volvimos a o'ir a Silvia Rexach, de la que Viri, la hija de Virginia, es gran especialista y acaba de sacar un libro. Y qu'e persona maravillosa Virginia para nosotros, de verdad, madre y amiga a la vez, honda y chispeante!
Y corriendo que nos fuimos a una sesi'on improvisada en el Taller C'e, lugar emblem'atico de la Cooperativa o Asociaci'on de Cantautores Puertorriquenhos, organizada por Zoraida y Quique, donde Alfaya mostr'o a los asombrados boricuas el humor de los madriles, y all'i que son'o la "Caperucita" y las canciones de Catal'an, y el verbo 'acido del maestro Alfaya. Y luego Pedro y Ainhoa cantaron por Chicho, y les explicamos a los cantautores borinquenhos qui'en fue el genial Ferlosio. Y terminaron todos, c'omo no, cantando por Julia, y Zoraida nos regal'o su maravilloso temazo "Consuelo", dedicado a Consuelo Lee Tapia, su maestra, la mujer de Juan Antonio Corretjer (por cierto, su hija Consuelo nos ha acompanhado en varios conciertos, hoy mismo en Bayam'on, otra mujer honda de ra'ices y bien tierna). Noche intensa, aunque este r'apido resumen no pueda dar cuenta de todos los encuentros, emociones, disquisiciones, proyectos, informaciones compartidas, besos y abrazos. Zoraida y Quique nos regresaron al hotel, mientras la noche se hac'ia inmensa de estrellas acordadas. El cumpleanhos de Julia hab'ia sido sencillamente perfecto.
miércoles, 18 de febrero de 2009
HE TENIDO QUE DAR, MULTIPLICARME
... y mientras tanto, tenemos desantendido esta bit'acora. Ni un momento de paz para ella. Record'ais el poema de Julia? "He tenido que dar, multiplicarme, despedazarme en 'orbitas complejas". Pues eso: en todas partes "nos piden canciones por palabras"; en todas partes nos agasajan y colman de honores...
El domingo en Mayaguez, antes del concierto, vino a visitarnos y comer con nosotros el trovero improvisador Julia C'esar Sanabria, cuya familia se dedica a tan noble arte desde hace 17 generaciones. Los mejores troveros improvisadores son los de Puerto Rico, Cuba y Canarias. Mayaguez es como una segunda Canarias (Luisillo, va por ti). Y all'i el genial Sanabria nos dedic'o una sesi'on de improvisaciones de pie forzado (es decir, d'andole un tema obligado, como verso final de la d'ecima) que nos dej'o boquiabiertos y entusiasmados. Luego el concierto, que, como siempre, gust'o much'isimo. Hubo quien se desplaz'o de San Juan y Carolina (tres horas de coche) para o'irlo. Y se llen'o el anfiteatro un domingo de puente por la tarde. Y la gente del RUM, con Aida Carrero a la cabeza, nos colm'o de amabilidades y carinhos. As'i vamos por Puerto Rico, llenos de plenitud.
Despu'es Judith nos llev'o a descansar a la bah'ia de Boquer'on, desde donde escrib'i el anterior post. Previamente paramos en un chiringuito, donde comimos los pescados y mariscos del lugar (el dorado y el carucho con la vianda, etc.) y nos pusimos tantas medallas que ya vamos para generales (esto lo entender'an s'olo los anut'enticos borinquenhos).
El lunes, manhanita de playa en Boquer'on, con Judith saludando a todo el pueblo, y el mar calmado y claro del Caribe. Y luego fuimos a La Parguera, un impresionante archipi'elago de islas de mangle (cayos) por entre las que navegamos y nos banhamos. Encontramos otro personaje delicioso, el senhor Cuco, que sab'ia m'as de lugares de restauraci'on en Madrid que cualquiera de nosotros. Y, por supuesto, nos metimos unos cuantos conhos pa'l cuerpo (esto tambi'en ser'a entendido s'olo por verdaderos boricuas). Y el maestro de Judith, un lobo de mar de 90 anhos que parece que tiene 40. Cu'anta sabidur'ia!!! Y qu'e preciosidad de casas de colores sobre el mar, como una pequenha Venecia tropical!!!
Y despu'es cena en casa de Quique y Zoraida, la gran Zoraida Santiago. Para hablaros de ella y de su arte maravilloso necesitar'e otro post en otro momento. Qu'e gran cantante!! Qu'e maravillosa compositora!!! La Joan B'aez antillana. Y qu'e delicia de personas los dos!!! All'i se dio de nuevo gran comuni'on de afectos y risas de colores hispano-boricuas, con Alfaya en plena salsa y Pablo haciendo gran dans'on entorno a una mesa refinada. Compramos acf'e de la plantaci'on del hijo de Zoraida y Quique, probamos sus licores, lo pasamos de miedo.
Gracias mil y mil veces, Judith. Sin ti no habr'iamos sobrevivido al cansancio y la tensi'on. Y todo lo que nos ensenhaste ese d'ia, y nos sigues ensenhando, sobre Puerto Rico, su historia, su naturaleza, sus gentes y costumbres.
Regresamos del Oeste renovados, dispuestos a seguir con las nuevas aventuras que nos iba a deparar, ayer, el gran d'ia del natalicio de Julia.
Pero eso os lo contar'e en otro momento. Ahora nos vamos a pasar el d'ia al Viejo San Juan, con una visita guiada por los historiadores del Instituto de Culktura Puertorriquenha, m'as un encuentro oficial, y un extraoficial recorrido en el velero de Judith por la bah'ia.
Continuar'a....
El domingo en Mayaguez, antes del concierto, vino a visitarnos y comer con nosotros el trovero improvisador Julia C'esar Sanabria, cuya familia se dedica a tan noble arte desde hace 17 generaciones. Los mejores troveros improvisadores son los de Puerto Rico, Cuba y Canarias. Mayaguez es como una segunda Canarias (Luisillo, va por ti). Y all'i el genial Sanabria nos dedic'o una sesi'on de improvisaciones de pie forzado (es decir, d'andole un tema obligado, como verso final de la d'ecima) que nos dej'o boquiabiertos y entusiasmados. Luego el concierto, que, como siempre, gust'o much'isimo. Hubo quien se desplaz'o de San Juan y Carolina (tres horas de coche) para o'irlo. Y se llen'o el anfiteatro un domingo de puente por la tarde. Y la gente del RUM, con Aida Carrero a la cabeza, nos colm'o de amabilidades y carinhos. As'i vamos por Puerto Rico, llenos de plenitud.
Despu'es Judith nos llev'o a descansar a la bah'ia de Boquer'on, desde donde escrib'i el anterior post. Previamente paramos en un chiringuito, donde comimos los pescados y mariscos del lugar (el dorado y el carucho con la vianda, etc.) y nos pusimos tantas medallas que ya vamos para generales (esto lo entender'an s'olo los anut'enticos borinquenhos).
El lunes, manhanita de playa en Boquer'on, con Judith saludando a todo el pueblo, y el mar calmado y claro del Caribe. Y luego fuimos a La Parguera, un impresionante archipi'elago de islas de mangle (cayos) por entre las que navegamos y nos banhamos. Encontramos otro personaje delicioso, el senhor Cuco, que sab'ia m'as de lugares de restauraci'on en Madrid que cualquiera de nosotros. Y, por supuesto, nos metimos unos cuantos conhos pa'l cuerpo (esto tambi'en ser'a entendido s'olo por verdaderos boricuas). Y el maestro de Judith, un lobo de mar de 90 anhos que parece que tiene 40. Cu'anta sabidur'ia!!! Y qu'e preciosidad de casas de colores sobre el mar, como una pequenha Venecia tropical!!!
Y despu'es cena en casa de Quique y Zoraida, la gran Zoraida Santiago. Para hablaros de ella y de su arte maravilloso necesitar'e otro post en otro momento. Qu'e gran cantante!! Qu'e maravillosa compositora!!! La Joan B'aez antillana. Y qu'e delicia de personas los dos!!! All'i se dio de nuevo gran comuni'on de afectos y risas de colores hispano-boricuas, con Alfaya en plena salsa y Pablo haciendo gran dans'on entorno a una mesa refinada. Compramos acf'e de la plantaci'on del hijo de Zoraida y Quique, probamos sus licores, lo pasamos de miedo.
Gracias mil y mil veces, Judith. Sin ti no habr'iamos sobrevivido al cansancio y la tensi'on. Y todo lo que nos ensenhaste ese d'ia, y nos sigues ensenhando, sobre Puerto Rico, su historia, su naturaleza, sus gentes y costumbres.
Regresamos del Oeste renovados, dispuestos a seguir con las nuevas aventuras que nos iba a deparar, ayer, el gran d'ia del natalicio de Julia.
Pero eso os lo contar'e en otro momento. Ahora nos vamos a pasar el d'ia al Viejo San Juan, con una visita guiada por los historiadores del Instituto de Culktura Puertorriquenha, m'as un encuentro oficial, y un extraoficial recorrido en el velero de Judith por la bah'ia.
Continuar'a....
lunes, 16 de febrero de 2009
DESDE LA BAHÍA DE BOQUERÓN
Escribo esta rápida entrada conectado por medio de un portátil y conexión satelital, en frente de la bahía caribenha de Boquerón, en Cabo Rojo, y de una paz absoluta. Son los lujos que nos concede Judith Amador, la mejor guía del mundo (quien quiera disfrutar de Puerto Rico, que la busque), además de los zumitos jugosos, las historias y leyendas, la guagua, y los muchos amigos que por medio de ella vamos conociendo...
Es difícil reconstruir lo sucedido desde la apoteosis de Río Piedras. Llevamos cinco días en la isla y han sucedido tantas cosas, y todas tan intensas y emocionantes, que parece que llevamos anhos. El viernes apenas despertados, algunos cumplimos el gozoso ritual de ir a la playa un rato, a correr un poquito, tumbarse al sol y banharnos. La playa de Isla Verde, a tres minutos a pie del hotelito. Luego nos invitaron a comer en la Escuela de Artes Culinarias de la Universidad del Este, en Carolina: Qué bien lo hicieron los chavales, qué manjares, qué postres...!! Todo delicioso: les dimos unánime matrícula de honor. Luego fuimos a grabar televisión. Fue durillo. La televisión es una pesadez, y además hacía un frío en el set de mucho cuidado (los aires acondicionados aquí son terribles, te destrozan la garganta). Pero salimos con bien y también nos divertimos. Luego moderado tapón (atasco: ves, Vanessa, que voy siguiendo tu consejo) de regreso, y directitos a la bohemia en el colegio de abogados, una actuación de lo más gamberra, con un equipillo más bien infame, pero con una entrega en el público y un cachondeíllo general sabrosísimo. Nuevo éxito completo, y de nuevo mil conversaciones aderezadas de elogios y parabienes. Por cierto, mención especial merecen las presentaciones que nos dedica Consuelo (en Río Piedras y en el Colegio): qué divertidas, ingeniosas y carinhosas... Si hasta les habla al público de Xurxo y Rosalía..., y, claro, nos los deja como una seda. También mención especial para los cubatas del Colegio de Abogados, los mejores que he tomado hasta ahora. Como dice Judith, estos abogados son unos bohemios del carajo.
El sábado, día libre. Nos cogió Judith por banda y nos entregó a Puerto Rico en bandeja, entre frutas de colores. En cuanto sales de La Losa, la zona metropolitana, te trasladas en el tiempo... Recorrimos la zona más negra, al este de la Losa. Paramos primero en Pinhones, en el chiringuito El Boricua, donde lo probamos todo, en frente de una playa maravillosa, con el mar bien bravío y la Sonora Poncenha sonando a todo trapo por los altavoces. Salieron a recibirnos algunas personas, la madre de Juanpi y otros, y María nos hizo conocer a sus nietos, y entre ellos a Luis Amauri, que nos enamoró desde el primer momento: Sabéis lo que es un ninho de cinco anhos que recita de memoria enormes poemas de Luis Llorens Torres, Pales Matos, Matos Paoli, etc., al tiempo que hace pasos de bomba y toca percusiones con las palmas... Impresionante. Y además un ninho riquinho como pocos, encantador, simpatiquísimo.
Paramos luego en una calita particular, donde compartimos el mar con los pelícanos que se zambullían desde lo alto a nuestra vera.
Y llegó el momento, el más esperado. Llegamos al Río Grande de Loíza, al puente Julia de Burgos (hasta hace poco había un ancón donde la familia de Juanpi pasaba los coche en una plataforma de madera movida a cuerdas), y allí cantamos la canción a coro y échamos unas flores en homenaje a Julia. Fue muy emocionante. se me saltaron las lágrimas. Y qué lugar hermoso, por dios!!.
Entramos en Loíza, el lugar de la negritud boricua por excelencia. Nos recibieron con dulce de coco, y pasteles, fresas envueltas en chocolate, y otras delicias, y nos ensenharon cómo eran los ritmos de bomba y plena, y fuimos a la desembocadura del Río Grande, y allí hicimos una nueva ofrenda floral por nuestra Julia.
Y después de comprar unas frutitas tropicales, nos subimos al bosque pluvial del Yunque, donde pasamos la tarde banhándonos en unas cascadas frescas entre vegetación tropical y las explicaciones doctas de Judith. Qué gozada!!!
A la vuelta, gran tapón en Pinhones, pues la gente por la calle comía, bebía y bailaba entre los chiringuitos. Un ambiente muy parecido al de Livingston en Guatemala, con los garífunas.
Así que no nos dio tiempo a pasar por el hotel y directamente nos fuimos al otro extremo del área metropolitana, en Guaynabo, a una bohemia a la que nos había invitado Awilda Paláu, pues en ella cantaba una senhora muy mayor, de casi 90 anhos, que había sido companhera de Silvia Rexach. Qué mujer, qué transformación telúrica al subir a la tarima!!! Cómo vi disfrutar a Alfaya!!! Y qué canciones maravillosas las de Silvia Rexach!!! Noemi terminó bailando con un maraquero marchoso. A Chuchi le regalaron un cajón de percusión extraordinario. Y de allí salimos para la fiesta de Consuelo. Eran solamente las siete de la tarde.
En la fiesta de Consuelo estaba lo mejor de la sociedad boricua, la flor y nafta, unos bohemios del carajo también. Las chicas se atrevieron a cantar sin micrófono por Julia de Burgos, rodeadas de coquís que les hacían los ritmos, y fotos de Julia, y gente entregada. Fue un gran esfuerzo para sus gargantas, pero creo que era justo hacerlo y mereció la pena. La casa de Consuelo es el segundo, o mejor el primer, santuario Julia de Burgos. Por supuesto, no puedo ponderar el calor de las conversaciones y el carinho con el que todo el mundo nos trató.
Salimos de la fiesta en estado de agotamiento perverso. Demasiado amor, ya lo escribí antes. Demasiada presión. Pero creo que hemos sobrevivido, aunque haya que reconstruir algunas cosas.
Y ayer domingo nos vinimos para el oeste de la isla, a tocar a Mayaguez. Luego os cuento. Mientras contemplo el mar, Pedro, Alfaya y Chuchi preparan algunas gamberradas para el encuentro de manhana en el Taller Cé (de la Asociación de Cantautores Puertorriquenhos). La rumba del rival de mi río suena por entre los cocoteros y mangles. Noemi se goza el sol. Pablo se parte de risa con un libro de Woody Allen. Las chicas y Judith desaparecieron bien temprano: qué estarán haciendo!!! Yo hago memoria aquí en directo, para que no se me olviden tantas maravillas....
Es difícil reconstruir lo sucedido desde la apoteosis de Río Piedras. Llevamos cinco días en la isla y han sucedido tantas cosas, y todas tan intensas y emocionantes, que parece que llevamos anhos. El viernes apenas despertados, algunos cumplimos el gozoso ritual de ir a la playa un rato, a correr un poquito, tumbarse al sol y banharnos. La playa de Isla Verde, a tres minutos a pie del hotelito. Luego nos invitaron a comer en la Escuela de Artes Culinarias de la Universidad del Este, en Carolina: Qué bien lo hicieron los chavales, qué manjares, qué postres...!! Todo delicioso: les dimos unánime matrícula de honor. Luego fuimos a grabar televisión. Fue durillo. La televisión es una pesadez, y además hacía un frío en el set de mucho cuidado (los aires acondicionados aquí son terribles, te destrozan la garganta). Pero salimos con bien y también nos divertimos. Luego moderado tapón (atasco: ves, Vanessa, que voy siguiendo tu consejo) de regreso, y directitos a la bohemia en el colegio de abogados, una actuación de lo más gamberra, con un equipillo más bien infame, pero con una entrega en el público y un cachondeíllo general sabrosísimo. Nuevo éxito completo, y de nuevo mil conversaciones aderezadas de elogios y parabienes. Por cierto, mención especial merecen las presentaciones que nos dedica Consuelo (en Río Piedras y en el Colegio): qué divertidas, ingeniosas y carinhosas... Si hasta les habla al público de Xurxo y Rosalía..., y, claro, nos los deja como una seda. También mención especial para los cubatas del Colegio de Abogados, los mejores que he tomado hasta ahora. Como dice Judith, estos abogados son unos bohemios del carajo.
El sábado, día libre. Nos cogió Judith por banda y nos entregó a Puerto Rico en bandeja, entre frutas de colores. En cuanto sales de La Losa, la zona metropolitana, te trasladas en el tiempo... Recorrimos la zona más negra, al este de la Losa. Paramos primero en Pinhones, en el chiringuito El Boricua, donde lo probamos todo, en frente de una playa maravillosa, con el mar bien bravío y la Sonora Poncenha sonando a todo trapo por los altavoces. Salieron a recibirnos algunas personas, la madre de Juanpi y otros, y María nos hizo conocer a sus nietos, y entre ellos a Luis Amauri, que nos enamoró desde el primer momento: Sabéis lo que es un ninho de cinco anhos que recita de memoria enormes poemas de Luis Llorens Torres, Pales Matos, Matos Paoli, etc., al tiempo que hace pasos de bomba y toca percusiones con las palmas... Impresionante. Y además un ninho riquinho como pocos, encantador, simpatiquísimo.
Paramos luego en una calita particular, donde compartimos el mar con los pelícanos que se zambullían desde lo alto a nuestra vera.
Y llegó el momento, el más esperado. Llegamos al Río Grande de Loíza, al puente Julia de Burgos (hasta hace poco había un ancón donde la familia de Juanpi pasaba los coche en una plataforma de madera movida a cuerdas), y allí cantamos la canción a coro y échamos unas flores en homenaje a Julia. Fue muy emocionante. se me saltaron las lágrimas. Y qué lugar hermoso, por dios!!.
Entramos en Loíza, el lugar de la negritud boricua por excelencia. Nos recibieron con dulce de coco, y pasteles, fresas envueltas en chocolate, y otras delicias, y nos ensenharon cómo eran los ritmos de bomba y plena, y fuimos a la desembocadura del Río Grande, y allí hicimos una nueva ofrenda floral por nuestra Julia.
Y después de comprar unas frutitas tropicales, nos subimos al bosque pluvial del Yunque, donde pasamos la tarde banhándonos en unas cascadas frescas entre vegetación tropical y las explicaciones doctas de Judith. Qué gozada!!!
A la vuelta, gran tapón en Pinhones, pues la gente por la calle comía, bebía y bailaba entre los chiringuitos. Un ambiente muy parecido al de Livingston en Guatemala, con los garífunas.
Así que no nos dio tiempo a pasar por el hotel y directamente nos fuimos al otro extremo del área metropolitana, en Guaynabo, a una bohemia a la que nos había invitado Awilda Paláu, pues en ella cantaba una senhora muy mayor, de casi 90 anhos, que había sido companhera de Silvia Rexach. Qué mujer, qué transformación telúrica al subir a la tarima!!! Cómo vi disfrutar a Alfaya!!! Y qué canciones maravillosas las de Silvia Rexach!!! Noemi terminó bailando con un maraquero marchoso. A Chuchi le regalaron un cajón de percusión extraordinario. Y de allí salimos para la fiesta de Consuelo. Eran solamente las siete de la tarde.
En la fiesta de Consuelo estaba lo mejor de la sociedad boricua, la flor y nafta, unos bohemios del carajo también. Las chicas se atrevieron a cantar sin micrófono por Julia de Burgos, rodeadas de coquís que les hacían los ritmos, y fotos de Julia, y gente entregada. Fue un gran esfuerzo para sus gargantas, pero creo que era justo hacerlo y mereció la pena. La casa de Consuelo es el segundo, o mejor el primer, santuario Julia de Burgos. Por supuesto, no puedo ponderar el calor de las conversaciones y el carinho con el que todo el mundo nos trató.
Salimos de la fiesta en estado de agotamiento perverso. Demasiado amor, ya lo escribí antes. Demasiada presión. Pero creo que hemos sobrevivido, aunque haya que reconstruir algunas cosas.
Y ayer domingo nos vinimos para el oeste de la isla, a tocar a Mayaguez. Luego os cuento. Mientras contemplo el mar, Pedro, Alfaya y Chuchi preparan algunas gamberradas para el encuentro de manhana en el Taller Cé (de la Asociación de Cantautores Puertorriquenhos). La rumba del rival de mi río suena por entre los cocoteros y mangles. Noemi se goza el sol. Pablo se parte de risa con un libro de Woody Allen. Las chicas y Judith desaparecieron bien temprano: qué estarán haciendo!!! Yo hago memoria aquí en directo, para que no se me olviden tantas maravillas....
domingo, 15 de febrero de 2009
MORIR DE AMOR
Nuestro primer d'ia de asueto ha sido muy emocionante. Sin duda, demasiado. Ayer Pepe Carvajal me dijo que esta es la isla del amor. Es cierto. No he (hemos) visto gente m'as amable, afectuosa, entregada, en mi (nuestra) vida. Una delicia, pero tambi'en un peligro. Todos nos quieren invitar a todo: a ver todo, a ir a todos los sitios, a cenar aqu'i y all'a... Es posible que acabemos muriendo de amor, de agotamiento amoroso, o de amor agotado...
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